Casi las tres cuartas partes de nuestro planeta están cubiertas por agua. Quizá por ello, el mar sigue despertando la fascinación del ser humano y resulta siempre tan atractivo. Pocas cosas hay tan evocadoras como el fondo del mar.
Castellón tiene más de 100 kilómetros de litoral para disfrutar de toda la belleza y de todos los atractivos que permanecen sumergidos en el Mar Mediterráneo. Para aquellos que quieran descubrirlos, la práctica del submarinismo o de la pesca submarina son actividades más que recomendables en estas costas. La recompensa es conocer de primera mano y, casi en exclusiva, alguno de los rincones más especiales y desconocidos del Mare Nostrum.
Imagina viajar a unas islas de las que aparecen en las historias de piratas; nadar en las aguas cristalinas del antiguo crater de un volcán, hoy convertido en refugio de cientos de especies marinas, de aves migratorias; disfruta de una excursión inolvidable buceando en las casi vírgenes Illes Columbretes, uno de los pocos tesoros escondidos de todo el Mediterráneo.
En el archipiélago de las Columbretes podemos visitar la Illa Grossa (Isla Grande). Además, existen otras islas menores que son la Ferrera, Foradada y el Carallot, es un destino muy apreciado tanto por los aficionados a la pesca y al buceo, pero también es uno de los rincones del Mediterráneo reconocido por cientifícos de todo el mundo debido a su altísimo valor ecológico. No en vano se trata de una Reserva Natural y Marina de especial protección. Una joya única a sólo 30 millas de las costas castellonenses.
Uno de los grandes conocedores de los tesoros submarinos castellonenses, es el Club de Actividades Subacuáticas «Escorpa» de Castellón. Ellos nos recuerdan que, precisamente, esa distancia a la costa es la que preserva el «encanto salvaje» de las islas. Pero además nos da la posibilidad de acercarnos a ellas y disfrutar de observar sus peces, aves y corales únicos.
Pero además de las Columbretes, el resto del litoral castellonense también es uno de los destinos más apreciados por los submarinistas. Así tenemos las aguas frente a la localidad de Almassora, con muchas zonas rocosas ideales para diversidad de especies, y la de Burriana, debido a que existen dos pecios (barcos hundidos) de hierro que son de una gran belleza y que se convierten en ecosistema de muchas especies marinas, haciendo las delicias de quienes se sumergen en sus aguas.
Y los aficionados a la fotografía, también disfrutarán de manera especial con el buceo. Entre las especies que podemos descubrir y fotografíar tenemos a corvas, sargos, las escurridizas y amenazantes morenas, lisas, salpas, langostas… además de otra fauna y flora marina, como las praderas de posidonia, vitales para el equilibrio ecológico y termómetro para las aguas más puras del Mediterráneo.
Si hablamos específicamente de pesca, el mar en Castellón recompensa también con la mejor materia prima y quizá en alguna de las inmersiones seamos capaces de capturar algún mero, urta, dentón o lubina entre otros. Desde el club «Escorpa» hacen hincapié en que «la pesca submarina es el único arte de pesca selectivo al 100%, es decir, el único que te permite seleccionar la pieza antes de dispararle para capturarla, respetando unas tallas mínimas y especies protegidas».
Para bucear con equipo autónomo basta con la preceptiva acreditación médica de una condición física saludable y la licencia federativa, que incluye el seguro. Mientras, para practicar pesca submarina, hará falta además la licencia de pesca y una tarjeta federativa específicas. Hay que recordar que la pesca submarina se realiza a pulmón, por lo que la experiencia y el asesoramiento de otros deportistas expertos es indispensable. En este sentido, Castellón tiene el orgullo de contar con los mejores pescadores submarinos tanto a nivel autonómico, como nacional y también internacional. El Mediterráneo en Castellón se revela como un verdadero paraíso para las actividades subacuáticas. Un mar que acerca a quienes se adentran en él toda esta riqueza natural, acercando toda la belleza del submarinismo y descubriendo esos tesoros sumergidos.